Las ocupaciones con las más altas tasas de informalidad laboral son los cuenta propia y el empleo doméstico. Esta idea planteada en la presentación del estudio Nueva evidencia sobre la informalidad laboral y empresarial en Colombia nos puso a buscar intersecciones constructivas.
Poco se ha dicho sobre la relación de la informalidad del trabajo remunerado en las casas con el de las empresas u organizaciones, en general, a pesar de lo mucho que se ha estudiado la informalidad. El mes de mayo que comienza con el Día Internacional del Trabajo, en la Fundación Hablemos de Trabajo Doméstico lo hemos dedicado a explorar esta relación, a partir de un estudio del Banco de la República.
Veintidós personas, bajo la coordinación de Andrea Otero Cortés, participaron en el número 108 de la revista Ensayos sobre Política Económica (ESPE), publicado en febrero de este 2025. En su introducción se resume esta problemática: “El mercado laboral colombiano se caracteriza por una alta y persistente informalidad, tanto a nivel laboral como empresarial, fenómeno común en muchos países en desarrollo”.
Hablaremos de tres tipos de informalidad: empresarial (entendida como empresas grandes y pequeñas que no cumplen con obligaciones tributarias y contables o no tienen registro mercantil); segundo, la informalidad laboral (es decir, oferta de trabajadores/as en el mercado laboral) y, tercero, la informalidad laboral en los hogares (referida a las trabajadoras remuneradas del hogar o empleo doméstico).
En el Ensayo en mención reportan que la informalidad laboral del país en 2023 fue del 56 % y en las principales ciudades del 43 %. También mencionan que “…la principal fuente de informalidad laboral viene dada por el trabajo por cuenta propia, el cual representa el 75 % del trabajo informal, seguido por el empleo doméstico”1.
Pregunta:
¿Cómo priorizar en la agenda nacional el estudio de los dos tipos de ocupaciones que más arrastran la informalidad laboral en Colombia, es decir, los cuenta propia y el empleo doméstico?
Sabemos que la informalidad laboral del empleo doméstico es cercana al 80 %, o sea 24 puntos porcentuales más crítico que el promedio de la informalidad laboral. Si a esto le sumamos que cerca de 370.000 son cuenta propia (Cortés et al., 2024, pg. 36), aparece un siguiente reto: comprender cuáles o cómo son las dinámicas dentro del mercado laboral para las personas cuenta propia o independientes en el sector del empleo doméstico.
Similitudes de la informalidad en empresas y en casas
Es sabido que empresas y casas son mundos muy distintos, pero en este análisis los homologamos como entidades que cumplen deberes patronales o de empleadores/as ante el Estado. De hecho, el ESPE advierte: “las políticas públicas usadas para incrementar la formalidad empresarial no siempre producen resultados en la misma dirección en la formalidad laboral, y viceversa (Fernández, 2022; Ulyssea, 2018).” Es decir, una empresa puede cumplir con unos mínimos contables y tributarios para ser considerada formal, y contratar trabajadores informalmente.
Entre las múltiples causas comunes de la informalidad laboral ponemos el ojo en el bajo nivel de escolaridad, la falta de acceso a formación de calidad, y la búsqueda de jornadas flexibles, especialmente para las mujeres, por la carga de tiempo de su rol tradicional como cuidadoras; y una variable que suele estar desestimada son los deficientes sistemas de transporte público. Recordamos que las trabajadoras domésticas, son, por ocupación laboral, las mayores usuarias de transporte público en las grandes ciudades. (Invisible Commutes, s.f.).
El comportamiento de las urbes frente a las pequeñas ciudades, así como a localidades rurales, es otra de las similitudes entre la informalidad empresarial y el empleo doméstico. Según la investigación de este ESPE, “hay notables diferencias en los mercados laborales locales, donde la informalidad laboral varía entre el 30 % y el 70 % en las ciudades capitales”. En el empleo doméstico es crítica la informalidad en Riohacha, Valledupar, Quibdó, entre otras (Valor Doméstico, 2023).
Gracias al equipo del Banco de la República por este nuevo aporte a una de las problemáticas que más afecta la calidad de vida de las trabajadoras y los trabajadores remunerados del hogar.
El Gobierno Nacional, las organizaciones de trabajadoras domésticas asociadas en el Intersindical de Trabajo Doméstico, y organizaciones de la sociedad civil, vienen trabajando en diagnósticos y políticas públicas para superar algunas de las barreras de la informalidad laboral.
Frente a una problemática multidimensional como es la falta de formalidad laboral, en Hablemos de Trabajo Doméstico, continuaremos explorando y profundizando en las formas de facilitar y masificar la formalización laboral como vía estratégica para el Trabajo Decente.
Ver el video de presentación del ESPE 108: Nueva evidencia sobre la informalidad laboral y empresarial en Colombia.
- (Otero Cortés et al., 2025, pg. 12) ↩︎
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Fundación Hablemos de Trabajo Doméstico
Medellín, Colombia
Mayo de 2025