“Queremos agradecer el apoyo financiero y moral. Vamos a avanzar, a crecer entre mujeres y a posicionarnos políticamente. Queremos decirle al país que estamos aquí”. Palabras de Claribed Palacios, secretaria del sindicato de trabajadoras domésticas afrocolombianas UTRASD, durante la primera reunión formal del proyecto, el pasado 18 de mayo.
El día fue emocionante. Con una escritura sencilla se leía en el tablero del salón: “Bienvenidas. Trabajadoras Domésticas Afrocolombianas, Protagonistas de sus Derechos y Agentes de Cambio”. Así se llama el proyecto que tiene el objetivo de fortalecer al sindicato Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico – UTRASD, para mejorar su incidencia política y avanzar en los derechos de este sector estratégico para el desarrollo en Colombia y enormemente vulnerado.
No era una gala o un evento protocolario, era la primera reunión luego de la firma del convenio entre la Organización Mundial para las Migraciones – OIM, UTRASD, la Fundación Bien Humano (entidad ejecutora del proyecto) y la Escuela Nacional Sindical – ENS, socia fundamental en el objetivo de los derechos laborales para las trabajadoras domésticas en Colombia. La OIM es una organización del sistema de Naciones Unidas encargada de implementar en Colombia el Programa Inclusión para la Paz (IPA) financiado por el gobierno de Estados Unidos que a través de su agencia de cooperación internacional (USAID) apoya los esfuerzos colombianos para fomentar la inclusión social y económica de las comunidades afrocolombianas e indígenas, como este proyecto.
Al fondo, Tatiana Olarte, gerente de género del programa IPA, durante la reunión de instalación del convenio.
“Tras meses de gestionar los requerimientos de los cooperantes, por fin llega el momento de iniciar el convenio. Se ha vuelto muy común decir que este es un momento muy especial, pero este, hoy, lo es y me emociona mucho”, dijo Andrea Londoño, coordinadora del proyecto.
El convenio
El convenio, que durará inicialmente 9 meses, y que soñamos que sea el primero de otros a más largo plazo, tiene varias actividades de formación, investigación y sostenibilidad del sindicato UTRASD.
En formación, las lideresas de Medellín y Cartagena recibirán talleres de derechos laborales, derechos sindicales, acceso a la justicia, derechos sexuales y reproductivos, y la parte más intensa será la formación de ellas en comunicaciones con énfasis en canales digitales, para incrementar su capacidad de incidencia política.
En investigación se hará un diagnóstico socioeconómico de las afiliadas que en este momento suman cerca de 400. Y en cuanto a sostenibilidad, se hará un estudio para identificar estrategias de sostenibilidad económica del sindicato UTRASD, y se creará la subdirectiva del sindicato en Bogotá, paso clave para toda organización política en un país centralista.
“Para este proyecto es muy importante la unión entre OIM/USAID, Bien Humano, UTRASD y la ENS, y además quiero destacar que ha sido definitivo desde un principio el trabajo en alianza y el apoyo de personas y entidades como Carabantú, congresistas, académicos, periodistas y otras organizaciones clave como Sask, Care y la Universidad de Cartagena,” expresó Ana Teresa Vélez, lideresa del proyecto por la ENS.
De izquierda a derecha, Flora Inés Perea, Gloria Céspedes y Nydia Díaz, integrantes de UTRASD, y Andrea Londoño, de la Fundación Bien Humano.
Al final de la reunión, luego de conocer los procesos administrativos de los cooperantes, fue reconfortante oír a Tatiana Olarte, gerente de género del programa IPA, destacar que este proyecto es realmente innovador, y agregó: “Este es un proyecto para un país en paz, un país que vuelve la mirada hacia lo que sucede en los hogares, donde el tema de lo privado empieza a ser importante.”
UTRASD, la ENS y Bien Humano agradecemos a los cooperantes la financiación de este proyecto y el respaldo que esto significa a la causa en la cual venimos trabajando las tres organizaciones unidas desde hace 6 años.
Claribed Palacios y Flora Inés Perea, secretaria y vicepresidenta de UTRASD, en el ritual del turbante, símbolo de su organización, en momentos previos a la reunión.
Este proyecto es una alegría y un reto. Con cada testimonio de las trabajadoras domésticas sobre los abusos en sus trabajos; con cada frase de empoderamiento de ellas sobre sus derechos; y con todas las cifras y conceptos que a diario conocemos sobre la importancia de valorar y respetar a las mujeres y al trabajo doméstico, nos entra un impulso más para buscar acelerar el cambio de la historia que permita darle el justo valor y la dignidad a las personas que realizan las labores de cuidado en los hogares.
Esta iniciativa fue posible gracias al apoyo del pueblo americano a través de su agencia de cooperación internacional (USAID). El contenido de esta publicación es responsabilidad de la Fundación Bien Humano, y no representa necesariamente las opiniones y puntos de vista de USAID ni el gobierno de Estados Unidos.
Medellín, 7 de junio de 2017