En una cafetería de Bogotá, con una libreta que se llenaría de respuestas, una cifra perturbadora en la cabeza y una economista experta, concebimos Valor Doméstico, un proyecto para reunir, clasificar y mostrar al país las cifras del trabajo doméstico remunerado en Colombia. La economista era Paula Herrera y fue quien, en el 2022, nos dio la guía para crearla.
Queríamos desglosar datos de prensa y redes sociales, que repetían que el 80 % de las trabajadoras domésticas está en la informalidad, que su promedio salarial es cercano a la mitad de un mínimo y que solo el 19 % cotiza a pensión. Consolidaríamos en un solo sitio la mayor cantidad de categorías estadísticas, promedios, cruces, comparaciones sobre la formalización laboral del sector, siguiendo lineamientos de la OIT en cuanto a Trabajo Decente.
Ya en Medellín, en 2023 contratamos a dos jóvenes economistas que se le midieron al reto: Manuela Hoyos y Verónica Avril. Lo primero fue revisar cómo entregaba el DANE la gran cantidad de información que acopia del país. Luego tocaba reducir el sueño, es decir, ponerle los límites que la realidad impone.

¿De qué años hablaríamos, de cuáles ciudades? Fue fácil determinar que sería desde el 2010, como hito establecido por la OIT con el Convenio 189. Y el DANE también nos la puso fácil pues entrega los datos de “las 23 principales ciudades del país y sus áreas metropolitanas”. Esa era nuestra muestra.
“Las cifras estaban, pero dispersas y en formatos que no dialogaban entre sí, y necesitábamos que sirvieran como planos, diagramas o fotos de la situación de precariedad laboral de las, cerca de, 700.000 trabajadoras del hogar”, recuerda Andrea Londoño, directora de Hablemos de Trabajo Doméstico.
Mientras Manuela y Verónica ponían a conversar unas series de números, Ana María Agudelo, Andrea Londoño y Lina Guarín del equipo de la Fundación, apoyadas en la agencia Duende, interpretaban preguntas de las audiencias y se ingeniaban formas, colores, tortas, barras y títulos para que esas cifras fueran fáciles de entender, necesitábamos que “hablaran”, y queríamos que estas frías cifras tuvieran bellos vestidos. En menos de seis meses ya veíamos las primeras siluetas de la criatura.
Presentación en sociedad
En diciembre de 2023, cuando también estrenábamos rediseño en la página web, llegó a nuestras audiencias el Tablero Estadístico Valor Doméstico, y como cualquier parto, ahora debíamos poner nuestra “criatura” al servicio de la sociedad.

Iniciando el 2024 y ante 20 de sus integrantes presentamos, por primera vez, esta herramienta. Aspiramos a que ellas la consulten, desde sus celulares, y se apoyen en los datos del sector que representan. Para esto, hemos ensayado metodologías de apropiación del conocimiento que también esperamos ampliar.
Y mientras hacíamos conocer Valor Doméstico, anualizado a 2023, entre periodistas, organizaciones sociales, congresos y universidades, empezábamos a construir la ruta para su actualización a 2024. En ese momento sentimos que esa capacidad instalada debía quedar en la Fundación y nos retamos a hacerlo con Margarita Ramírez, economista recién ingresada, y Santiago Ríos, contratista ad hoc.
El tablero al tablero
Así llegamos a este 2025. Hemos empezado a contrastar cifras 2023 y 2024 y a encontrar tendencias. Por ejemplo, hoy sabemos que Medellín y Bogotá están revirtiendo la informalidad laboral histórica del país: en estas ciudades subió la formalización en el trabajo doméstico entre 2023 y 2024, del 51 % al 54 % , mientras el promedio del resto de sectores está en el 45 % de contratación formal.
Y el 2025 fue también el año de examinarnos y poner a Valor Doméstico en la lupa de especialistas personas expertas en economía del cuidado de las universidades de Antioquia, Eafit, los Andes, del Rosario y Javeriana.
“El tablero es una respuesta a unas necesidades de información… Está hablando de esa heterogeneidad de las trabajadoras domésticas ”.
Paula Herrera Idárraga, Profesora asociada de Economía de la Universidad Javeriana
“(El Tablero) Es completamente relevante, porque si se quiere decir lo que un grupo específico está haciendo, si es más vulnerable o requiere más atención, la única forma es con la comparación de los otros (sectores), o sea, en términos estadísticos”.
Luisa Fernanda Bernat Díaz, economista de la Universidad Javeriana
“La herramienta es supremamente completa, pertinente y la interfaz muy fácil de manejar”.
Camilo Piedrahita Vargas, coordinador Derecho Laboral y Seguridad Social, Escuela de Derecho, Universidad Eafit
“Este tablero me parece que está muy bien logrado. Me parece muy claro haber incluido las divisiones por ciudad y año, porcentaje con contrato, verbal y escrito…”
Liliana Gallego, profesora de Economía de la Universidad de Antioquia
“La información presentada es de alta calidad y útil para quien requiera conocer estos datos, y especialmente valioso para académicos, reguladores y tomadores de decisiones”.
César Tamayo Tobón, decano de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de EAFIT
“Me parece que puede ser relevante -no sé si haya datos sobre un poco más- que permitan identificar las condiciones de vida de las trabajadoras domésticas”.
Ángela María Fonseca, profesora asociada de Economía de la Universidad Javeriana
“Creo que es muy es muy importante identificar el autorreconocimiento étnico. En las encuestas hay un problema en el diseño y en el cual nosotros tenemos que llamar la atención; porque no es lo mismo, por ejemplo, un indígena Embera a un indígena Wayúu. Entonces, pasa lo mismo en las poblaciones afro, que están todas aglutinadas y esto no nos permite identificar en detalle ese autorreconocimiento”.
Liliana Gallego, profesora de Economía de la Universidad de Antioquia
“En el trabajo doméstico también es muy interesante empezar a ver esa persistencia en el tiempo como actividad, es decir, si mi madre era trabajadora doméstica, yo también soy trabajadora doméstica o si esto ha cambiado en el tiempo, porque para las condiciones laborales eso es muy importante”.
Paula Herrera Idárraga, profesora asociada de Economía de la Universidad Javeriana
“Sería útil un botón adicional que permita descargar los datos procesados para usuarios que quieran hacer sus propios cálculos del trabajo doméstico, a partir de los datos del tablero”.
César Tamayo Tobón, decano de la Escuela de Finanzas, Economía y Gobierno de EAFIT
“Siempre se ha hablado de personas que proveen cuidado, en este caso trabajo doméstico, pero estas personas también cuidan. Sería interesante conocer el número de dependientes de las trabajadoras domésticas versus el resto, a lo mejor podría dar cuenta un poco de esas condiciones de las trabajadoras domésticas”.
Luisa Fernanda Bernat Díaz, economista y profesora de la Universidad Javeriana
En vísperas del 2026, estamos retadas a actualizar Valor Doméstico a 2025, corregir los errores detectados por los pares, mejorar lo que esté en nuestro presupuesto y movernos a conseguir recursos para ampliar su alcance.
Este tablero también, a futuro, podrá profundizar, añadió la docente Paula Herrera, en un punto relevante: “identificar cuántas de las trabajadoras domésticas en su casa conviven con una persona adulta mayor o con discapacidad, para capturar los tiempos de cuidado no remunerado que estas mujeres realizan al interior de su hogar”
Hoy, esa guía boceteada en una libreta hace 3 años es un producto digital de consulta gratuita llamado Valor Doméstico. Ese sueño hecho realidad tiene la cara alegre que da un logro alcanzado; sin embargo, tiene otra cara triste y preocupante que es su contenido.

Nos encantará seguir recibiendo comentarios sobre la herramienta para ayudar a afinar las políticas y servicios para aumentar la formalización laboral del sector.


