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Una queja repetitiva de muchos empleadores de trabajadores domésticas es la dificultad operativa para pagarles todas las prestaciones las que tienen derecho (prima de servicios, vacaciones pagas, aportes a pensión y cesantías, ARL y caja de compensación familiar). Es verdad, no es el trámite más ágil, sobre todo, si la contratación es por días.

No obstante, como suele ser, ante las necesidades van apareciendo los productos y servicios que las satisfacen. Para este caso, nos alegra dar cuenta de varias empresas como Symplifica que hace parte de la Red de Formalización Laboral en Colombia, y que ya ha logrado que más de mil empleadas domésticas de país formalicen su situación laboral.

¿Cómo lo hacen?

Symplifica creó una herramienta digital en línea que les ayuda a los empleadores a cumplir los deberes con sus empleados, sin necesidad de ser expertos en gestión de nómina, permite administrar los trámites de contratación de empleados domésticos y de pequeñas empresas, ya que en su plataforma se pueden realizar pagos y aportes sin moverse de la casa o la oficina o donde esté, pues también tienen App.

Este es un excelente ejemplo de cómo las Tecnologías de Información y Comunicación –TIC ayudan a la formalización laboral, generando un positivo impacto social, pues la formalidad mejora la relación empleador(a)/empleada, clarifica las condiciones, se equiparan las cargas y se libera tensión. Igualmente, significa tranquilidad, más oportunidades y garantías para la trabajadora y su familia, como, por ejemplo, acceso a subsidios para adquirir vivienda propia, historial bancario para acceder a créditos de estudio, etc.

Según explicó Méndez, más del 90 % de las trabajadoras formalizadas nunca habían recibido un pago por seguridad social.

El sector ha estado pidiendo a gritos soluciones así. Para entenderlo, citamos a Camilo Mendez, gerente de Symplifica, que le dijo a la revista Gerente que “Nos dimos cuenta que más de 1.100 de las 1.200 empleadas formalizadas, nunca habían tenido un aporte a seguridad social, lo que implicaba una falta de oportunidades para este sector de la población. Ahora, después de haber logrado una optimización  de tiempos y de recursos con nuestro sistema de gestión, cada vez más personas acceden a los beneficios que por Ley deben tener”.

Otro ejemplo

Hogaru es una empresa colombiana que funciona como bolsa de empleo: conforma un grupo de trabajadores domésticos y administra la relación laboral entre estas y sus empleadores. También se encarga de todo lo relacionado con la contratación formal.

Celebramos la aparición de iniciativas como estas y, además, felicitamos a estos emprendedores por su gran visión empresarial con perspectiva social, debido a que, de acuerdo con estadísticas de 2016, el trabajo doméstico remunerado equivale al 3,1% del empleo total en Colombia con 677 mil personas dedicadas a esta labor, de las cuales más del 94% son mujeres*.

En conclusión, la formalización es sin duda, bienestar para todos.

*Insistimos en que aún existe un enorme subregistro de la cantidad de personas que se dedican a labores de servicio y cuidado en el hogar.

Agosto de 2017.