ONU-Mujeres-No-Violencia-Trabajo-Domestico

Nos tiene qué hacer reflexionar que quien comete el acto violento es un familiar en el 41% de los casos y en el 31% es la pareja o expareja.


A raíz de un escandaloso triple feminicidio (término introducido por Marcela Lagarde, antropóloga mexicana), que “llenó la taza”, en 1999 la ONU declaró el 25 de noviembre Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. (Imagen: ONU Mujeres).

Pero la violencia contra la mujer se mimetiza en otras formas muy dolorosas: física, sexual, económica y psicológica (Observatorio Nacional de Violencia de Género colombiano). En Colombia, la Sala situacional Mujeres víctimas de violencia de género reportó (datos 2017):

  • Violencia física: 51.218 casos. El 78% las víctimas fueron mujeres.
  • Violencia sexual: 24.225 casos. El 88% las víctimas fueron mujeres.
  • Violencia psicológica: 7.420 casos. El 84% las víctimas fueron mujeres.
  • Nos tiene qué hacer reflexionar que quien comete el acto violento es un familiar en el 41% de los casos y en el 31% es la pareja o expareja.

 

Trabajadoras del hogar, ¿qué pasa en las casas donde trabajan?

La mujer que trabaja como empleada del hogar es vulnerable y está expuesta a padecer o presenciar la conjugación de estas violencias.

Así lo demuestran los resultados de la investigación de la Escuela Nacional Sindical: “Historias tras las cortinas, el trabajo doméstico en Colombia: entre transacciones, incertidumbres y resistencias”, los cuales “aportan evidencia sobre el déficit en el acceso a derechos laborales y de la diversidad de violencias y discriminaciones a las que se enfrentan las mujeres trabajadoras domésticas todos los días”. Citamos algunos fragmentos en los que las mujeres cargan la violencia para subsistir:

  • Las necesidades de trabajo de muchas mujeres que se encuentran en la pobreza, que han sufrido el desplazamiento forzado por la violencia y que viven multiplicidad de circunstancias crean un marco de fragilidad económica para ellas y sus familias, las obligan a aceptar empleos con pocas o ninguna garantía laboral, y las ponen en una situación de precariedad laboral”. (Página 39).
  • “Un elemento común entre las mujeres que llegaron o salieron desplazadas de la región (Urabá) fue que al poseer unos niveles mínimos de educación y en muchos casos proceder del campo, el oficio en el que más fácil lograban establecerse era en el empleo doméstico, ocupación en la que no se les exige mayores requisitos, ya que por el hecho de ser mujeres y en muchos casos negras, se asume que tienen las destrezas para desenvolverse en él”. (Página 95).
  • La carga mental, o sea el conjunto de requerimientos psicofísicos a los que se somete una trabajadora a lo largo de su jornada laboral, tiene implicaciones en la salud física y mental de las mujeres. Para el caso de estudio está determinada, entre otros factores, por el número y simultaneidad de funciones, la sobrecarga de trabajo, así como el limitado disfrute del tiempo de descanso durante la jornada”. (Página 129)
  • “Sin duda, la presión psicológica a la cual están sometidas las trabajadoras en los hogares empleadores y, en particular, considerando que la asimetría en la relación laboral se ve reforzada por las condiciones de precariedad económica de las trabajadoras (…)”. (Página 130).
  • “El trabajo doméstico ha marcado los cuerpos de las mujeres de muchas maneras. Las manos, los hombros, las rodillas, las caderas… el cuerpo de las mujeres trabajadoras domésticas tocado por el trabajo precario suele acumularse en forma de cansancio, cansancio hasta por la vida”. (Página 130).
  • “Las trabajadoras hacen énfasis en que, por lo general, quien las emplea no se toma con mucha seriedad los accidentes de trabajo o las enfermedades laborales”. (Página 131).
  • “El cuidado, como trabajo también emocional, tiene implicaciones en la salud mental de las mujeres”. (Página 131).
  • “A partir de la sobreoferta de mano de obra femenina para la realización de este oficio, los salarios tienden a mantenerse por debajo del mínimo y, en muchos casos, a mostrar una tendencia a la baja”. (Página 134).

 

¿En nuestra casa,  como empleadoras y empleadores de una trabajadora doméstica, podemos garantizar que evitamos cualquier tipo de violencia contra ella?

 

Fuentes consultadas:

https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/PS/sala-situacion-violencia-genero.pdf

https://www.co.undp.org/content/colombia/es/home/blog1/2019/Julio/la-violencia-contra-la-mujer–iuna-vergueenza-.html

https://www.unwomen.org/es/news/in-focus/women-and-the-sdgs/sdg-5-gender-equality

https://www.cepal.org/es/comunicados/cepal-al-menos-2795-mujeres-fueron-victimas-feminicidio-23-paises-america-latina-caribe

https://www.minsalud.gov.co/salud/publica/ssr/Paginas/Abordaje-integral-de-las-violencias-de-genero.aspx

https://elpais.com/internacional/2016/11/25/actualidad/1480069515_670615.html?ssm=FB_CC

http://www.ens.org.co/wp-content/uploads/2019/03/TRA_DOM_2019.pdf

Noviembre 25 de 2019