En el Foro Empleadores y empleadoras, Desafíos para la formalización del trabajo doméstico, presentamos los resultados de la investigación “Obstáculos culturales, legales y económicos en la formalización del trabajo doméstico: Perspectiva de los empleadores/as”, cuyos autores fueron Andrea Londoño Sánchez, coordinadora del proyecto Hablemos de Empleadas Domésticas, Valentina Montoya, Laura Penagos, Marcela Vargas y Matteo Cera.
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“Las personas que trabajan ayudando en el hogar, o más conocidos como empleadas domésticas, han sufrido a través de los años por sus condiciones y garantías laborales.
De acuerdo con esta investigación, de las cerca de 750.000 trabajadoras domésticas reportadas en el 2012, solo estaban formalizadas cerca de 80.000. Luego de 7 años, con un paquete de nuevas normas para contratarlas legalmente, las empleadas que tienen todas las garantías de ley son cerca de 120.000; es decir, el ritmo para obtener sus derechos ha sido muy lento e insuficiente.
Para la investigación se dividieron las causas de la informalidad en culturales, económicas y legales.
Como herramienta se realizó una encuesta digital entre 473 empleadores/as de estratos 4, 5 y 6, de Bogotá y Medellín principalmente.
Uno de los resultados más importantes dentro del grupo de encuestados es que los altos costos de la formalización, la tramitología y el poder negociar, sin miedo a sanciones, el pago de las prestaciones con la empleada doméstica, son causas de la informalidad laboral de las trabajadoras domésticas.
Andrea Londoño Sánchez, coordinadora de la investigación, también resaltó en el foro, realizado el 17 de septiembre, que “Con el estudio encontramos que hay resultados positivos ya que (…) la mayoría de los empleadores son mucho más conscientes de los derechos de las trabajadoras y se muestran motivados con la formalización o la contratación laboral”, dijo Londoño.
Escuche la entrevista completa:
20 de septiembre de 2019
